Es probable que Super Mario sea uno de los personajes más populares entre la juventud actual. Este fontanero italiano lleva décadas empeñado en salvar a una princesa de las garras de un lagarto punk en un mundo de fantasía rodeado de seres extraños que revientan bajo su peso gracias a los poderes de una seta mágica. Tras los ojos inocentes de un niño, la propuesta es realmente atractiva. Pero si analizamos el asunto en profundidad, el guión huele a setas alucinógenas, drogas y psicodelia. ¿Qué hay de cierto en todo esto?

Cuando Nintento creó al personaje en 1981, este todavía no contaba con superpoderes ni había sido bautizado con su glorioso nombre. El Mario original se llamaba Jumpman (hombre saltador) y era protagonista del arcade Donkey Kong. Este pequeño hombrecillo debía rescatar a su novia, que aún no era princesa, de las garras de un gorila esquizofrénico. 

En 1983, vio la luz el videojuego Mario Bros. y Nintento puso nombre al enano saltarín. Se llamaría Mario, en homenaje a Mario Segali, propietario de las primeras oficinas de Nintendo of América, de singular parecido al personaje. En esta nueva propuesta, Mario y su hermano Luigi eran dos fontaneros italianos que debían despejar cloacas y cañerías plagadas de tortugas radiactivas. Hasta aquí todo correcto.  

¿En qué momento aquel fontanero ordinario pasó a convertirse en un superhéroe con poderes especiales? El mérito se le debe a Shigeru Miyamoto, verdadero creador de Super Mario y el Reino Champiñón. Tras los primeros éxitos, Nintendo encargó a este el diseño de la tercera entrega. Una vez hubo dibujado al nuevo Mario, el diseñador nipón pensó que era demasiado grande, siendo mejor un personaje más pequeño, similar al de las anteriores ediciones. Entonces se hizo el milagro y Miyamoto decidió contar con ambas versiones. Mario comenzaría siendo pequeño pero, al consumir una seta mágica, esta le haría crecer y le concedería poderes sobrenaturales para aplastar a sus enemigos y romper bloques de ladrillo. Había nacido Super Mario.

La seta 'mágica' en cuestión poseía (y posee) un sospechoso parecido a la seta alucinógena Amanita muscaria, tradicionalmente relacionada con enanos y gnomos y comúnmente conocida como ‘matamoscas’, ya que intoxica y paraliza temporalmente a los insectos que se posan sobre ella. Esta seta es muy venenosa y, aunque no es mortal, tiene un gran efecto neurotóxico y propiedades alucinógenas. Aquellos que la han consumido afirman que las distancias y los tamaños se deforman, a la vez que aumenta la sensación de fuerza muscular. 

Si tenemos en cuenta esta característica, es posible que Super Mario no adquiera superpoderes reales. Los efectos psicoactivos de la Amanita serían los que le generasen esa sensación de aumento de tamaño y fuerza sobrehumana. Los seguidores de la saga han teorizado y bromeado mucho sobre el tema, aunque Nintento siempre ha negado estas supuestas teorías, probablemente para no alarmar a los padres que hay detrás de la mayor parte de sus diminutos seguidores.

Algunos no han querido quedarse en la archiconocida seta y han ido más allá, relacionando la planta de fuego con la flor que crece en el cactus del peyote, la hoja marrón de Super Mario 3 con la de la ayahuasca e incluso la estrella de inmortalidad con el anís estrellado, que en grandes cantidades provoca delirios.

A fin de cuentas, quizas los hermanos italianos sólo sean un par de fontaneros fracasados que, ávidos de sueños incumplidos, sacian sus frustraciones en las alucinaciones que les provoca la seta de marras.

Estos cambios de tamaño en el Reino Champiñón recuerdan demasiado a los sufridos por Alicia en el País de las Maravillas. En torno a su autor, Lewis Carroll, también ha planeado la sombra de la Amanita muscaria, aunque es posible que sus alucinaciones las provocase el láudano, un analgésico derivado del opio que le ayudaba a paliar los dolores de su artritis. Sea como fuere, y curándonos en salud, ambos casos podrían formar parte de la extensa lista de obras nacidas desde el subrrealista mundo de la psicodelia. Como en su día escribía William Blake: "si las puertas de la percepción fueran ampliadas, todo aparecería ante el hombre como es; infinito".

Cabecera: Bansky ya retrató a Super Mario en la vida real (unastronauta.com).

Imagen 1: Super Mario flipando con Toad en el Reino Champiñón (humorviral.com).

Imagen 2: Amanita muscaria y Super seta ¿cuál es cuál?

Imagen 3: y Alicia encontró un pastelillo en el que se leía 'COMEME' (devianart.com).