¿Cómo se reproducen los hongos?

¿Cómo se reproducen los hongos?
La reproducción de los hongos mayores es uno de los fenómenos más maravillosos que puede otorgarnos la naturaleza. Ver crecer las setas, contemplar la apertura de su sombrero y experimentar la expansión de sus esporas, puede suponer una experiencia casi mágica. Sin embargo, el proceso reproductivo de los hongos va mucho más allá del simple esparcimiento de esporas.
En pasadas publicaciones, aprendimos cómo los hongos mayores son capaces de generar setas con fines reproductivos cuando sienten peligrar la perpetuación de su especie. Esta atestiguada capacidad reproductiva es lo que ha permitido la supervivencia y prosperidad del Reino Fungi.
En este sentido, también hemos podido analizar, enumerar y describir cada una de las partes de una seta basidiomiceta. De todas ellas, cabe destacar por encima de todas las demás al himenio, tanto por su complejidad estructural como por su cometido. Es en su interior donde, mediante laminillas, basidios y esporas, se inicia el milagro de la reproducción, proceso que hoy analizaremos al detalle.
Como ya vimos, los hongos basidiomicetos se reproducen por esporas que son generadas en el interior de los basidios. Estas estructuras microscópicas rodean cada una de las laminillas del himenio, actuando como una especie de célula madre. Cuando la seta ha madurado y está a punto de abrirse, de la punta de cada basidio se originan cuatro esporas sexuadas o basidioesporas. Como excepción, el champiñón sólo genera dos esporas por basidio, de ahí que científicamente reciba el nombre de Agaricus bisporus.
Una reproducción similar es la que se da entre los hongos de la familia de los ascomicetos. Estos producen unas esporas sexuadas conocidas como ascosporas, debido a que son generadas por las ascas, unas células sexuales con forma de vaina que se ubican en el interior de las setas de esta familia.
En ambos casos, la maduración de la seta indica el inicio inmediato de la esporación. En el caso de los basidiomicetos, mediante la apertura del sombrero. En el caso de los ascomicetos, mediante la consiguiente rotura de las ascas. Sea como fuere, el resultado es el esparcimiento de las esporas.
Aunque una seta produce millones de esporas, sólo algunas encontrarán las condiciones óptimas para germinar. Por otro lado, no olvidemos que para generar un nuevo hongo mayor, sea basidiomiceto o ascomiceto, es necesaria la unión de dos esporas de signo contrario, pues ambas familias se reproducen de forma sexual. Así, por uno de los extremos de cada una de las esporas crecerá una estructura tubular que se irá desarrollando como un filo hilo de color blanco: el micelio primario.
En ese momento, la unión de dos micelios primarios generará nuevas ramificaciones que darán lugar al hongo propiamente dicho, conocido biológicamente como el micelio secundario. En apenas unos días, un nuevo hongo se habrá generado como perpetuación de la especie. Obviamente, cuando este ser vivo vuelva a sentirse en peligro ante futuras bajadas de temperatura, generará más setas que volverán a lanzar esporas antes de marchitarse y morir, cerrando así el ciclo y grantizando la supervivencia de la especie.
Cabecera: amor tóxico entre dos supuestos champiñones, NaBHaN (pinterest.com).
Imagen 1: unión de dos micelios primarios, salidos de dos esporas del signo contrario (fungiturismo.com).
Imagen 2: generación del micelio secundario y fructificación de la primera seta (fungiturismo.com).
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